De los caminos inescrutables de las líneas

Ahí suena el mar, ¿lo oyes? sólo yo puedo escucharlo.
 
El tiempo vira al fondo, a lo más hondo, perdiéndose para siempre en la lejanía.
No hay nunca, ni siempre entonces, que equivalga a mi ahora. Puede ser que me llame con su rugido de lamentos, puede ser que arranque el cable del teléfono y diga "nunca más". Saldré a la calle, a escuchar como canta Casualidad en la esquina donde orinan los perros; Casualidad me miraría corrompida por mi gesto de caminar sobre cristales amarillos, Casualidad quebraría la última nota de su voz, imperceptible momento, no para aquella que se aleja, para seguir cantando al día de nubes esponjosas.
Las calles resbalarían a lluvia, la vida olería mojada y yo húmeda, recordando aquellos días con sabor a mar. Me seguiría llamando más allá del espacio con su silencio de sal ahogada.
 
El tirón del gatillo sobre mi cuello, la sangre que explota en llamaradas en la suite del infierno callado. El ligamento se hincha en la caída, al ruido producida; el suelo recoge angelado el cuerpo tatuado en el reflejo del cadáver; el cielo se abre y se muestra rojo, rojo como sólo es el cielo en la línea que marca en los labios el tiempo.
 
Casualidad canta, y el tiempo se aleja reguero atrás, bailando a romperse.

viernes, 29 de mayo de 2009 8 Comentarios

De una carta tirada sobre la mesa sale una línea que corre por la plancha de pino y baja por una pata. Basta mirar bien para descubrir que la línea continúa por el piso de parqué, remonta el muro, entra en una lámina que reproduce un cuadro de Boucher, dibuja la espalda de una mujer reclinada en un diván y por fin escapa de la habitación por el techo y desciende en la cadena del pararrayos hasta la calle. Ahí es difícil seguirla a causa del tránsito, pero con atención se la verá subir por la rueda del autobús estacionado en la esquina y que lleva al puerto. Allí baja por la media de nilón cristal de la pasajera más rubia, entra en el territorio hostil de las aduanas, rampa y repta y zigzaguea hasta el muelle mayor y allí (pero es difícil verla, sólo las ratas la siguen para trepar a bordo) sube al barco de turbinas sonoras, corre por las planchas de la cubierta de primera clase, salva con dificultad la escotilla mayor y en una cabina, donde un hombre triste bebe coñac y escucha la sirena de partida, remonta por la costura del pantalón, por el chaleco de punto, se desliza hacia el codo y con un último esfuerzo se guarece en la palma de la mano derecha, que en ese instante empieza a cerrarse sobre la culata de una pistola.

Julio Cortázar

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~



Entonces el mar se hizo carne
y su pulsación tomó mi cuerpo.

El galeón viró a fondo
directo a los remolinos de las olas,

a los surcos
que conforman
el paso de la voz
desgarrada.

Fin
Y el delirio en la palabra.

*

Bruma atrás, vapor de lágrima,
velas consagradas
y la proa mirando el alba.

Tu risa de ocaso muere en el horizonte
cuando parpadeo
la sombra de un eterno fantasma.

Ya va el ángel dolido en pos de las nubes rosadas;
Mientras, amaneciendo,
La costa enroscada.

jueves, 14 de mayo de 2009 14 Comentarios

...De regreso al Olvido~



Schmutzler


CARTA LÍRICA A OTRA MUJER


[...]

Oh, que nada podría, ni ser suya,
Ni dominarle el alma, ni tenerlo
Rendido aquí a mis pies, recompensarme
Este horrible deleite de hacer mío
Un inefable, apasionado rastro.
Y allí en vos misma, sí, pues sois barrera,
Barrera ardiente, viva, que al tocarla
Ya me remueve este cansancio amargo,
Este silencio de alma en que me escudo,
Este dolor mortal en que me abismo,
Esta inmovilidad del sentimiento
¡Que sólo salta, bruscamente, cuando
Nada es posible!

A. Storni


viernes, 8 de mayo de 2009 13 Comentarios

Götterdämmerung

Kokoschka


ELOGIO DE LA LEJANÍA
En la fuente de tus ojos
viven las redes de los pescadores de la mar del extravío.
En la fuente de tus ojos
el mar cumple su promesa.
Aquí arrojo yo,
un corazón que se detuvo entre los hombres,
mi ropa y el esplendor de un juramento:

Más negro en lo negro, más desnudo voy.
Sólo infidente soy fiel.
Yo soy tú si yo soy yo.

En la fuente de tus ojos
desvarar suelo y sueño un rapto.

Una red prendió una red:
nos separamos enlazados.

En la fuente de tus ojos
un ahorcado estrangula la soga.

Paul Celan de "Amapola y memoria" 1952
Versión de José Luis Reina Palazón
Obras completas - Editorial Trota 1999





viernes, 1 de mayo de 2009 15 Comentarios

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Photo: Jonah and the whale, Pamplona Bible

Jonah, Pamplona Bible, Navarre 1197. Amiens, Bibliothèque municipale, ms. 108, fol. 146r .