Intento de acercarse (II): Aquí estuvo, el color de mis sueños


Jane Graverol, El Espíritu Santo




Más allá del color de mis sueños está mi rastro.
El color de mis sueños está en el cuerpo de una mujer.
En el secreto de las nueve puertas que conducen a la libertad de un pájaro.

Mi rastro conforma la silueta de una escalera. El cuerpo de una mujer es la escalera que lleva al color.
Más allá del color de mis sueños está mi rastro.
Mi rastro no tiene color. Es un surco en la tierra. Un surco que hendieron mis manos.
Mis manos tienen dedos.
Con los dedos creo números.
En los números codifico los nombres.
En los nombres nombro.
Soy
en los nombres.

Toco el cuerpo de una mujer con mis manos. La hago escalones. Enormes escalones para mi diminuto cuerpo. Menguo en este estado de inclinación hacia el color. Desaparezco.

Soy el cuerpo de una mujer. En el lugar de mis ojos tenía dos huecos. Ahora tengo escalones. Los escalones conducen a mi vientre. En el vientre encuentro mi rastro.

Dibujo una circunferencia con la creación de mis miembros. Me incluyo en la esfera. Debajo de mis pies no hay identificación posible.

Más acá de mi vida está la circunferencia en el trazo. Dentro del trazo se esconde el secreto del regreso. Sólo
si miro adentro
puedo ver la silueta
de un cuerpo

con las manos llenas de tierra.

miércoles, 25 de agosto de 2010 14 Comentarios

Intento de acercarse





Mark Rothko,
Azul, verde, marrón





A uno mismo.
Por dentro

Una cadena de enlaces
Al caminar con las manos
Todo puede
contarse con los dedos.

Prescindir del número
ser la pintura
ser el color
ser la textura

viernes, 20 de agosto de 2010 8 Comentarios

La Luz y Das Ende der Liebe

"Hable con Ingeborg toda la tarde

(que no fue de tiempo)
sin acentos.

Tan en silencio

no la oia.

habia unas lineas por las que sus manos
me inclinaban a pasar.

Cerre una lagrima sobre el ojal.

Cree un punto.

De aquella division
cree
la sombra

de un simbolo.

la Luna fue desde entonces una constelacion mas en el espacio.

Y descubri que El Mundo habia nacido
del sudor
de un hombre
y el polvo cosmico de una palabra."

Con algunos cambios, esto escribía en mi viaje; ahora desde aquí lo recuerdo, un poco pensando dónde estaba yo cuando cerraba ese punto apretando fuerte un puño invisible delante de mi cara, viendo la transparencia del rostro de Ingeborg en un libro bilingüe de sus poemas. (Bilingüe, pero sin mi lengua.)
Hubo hasta cerca de IV Das Ende der Liebe; sólo pude alumbrar uno porque todo eran desiertos horizontales. Era imposible encontrar el eje de aquella materia, porque era como si la materia tendiera a la gravedad violenta, o como si hubiera olvidado en otro lugar su esencia y compuestos.

Así, nos arrastramos como el agua por un oasis. Un Oasis salvaje; intermitente. Nos arrastramos todas mis yo en dirección a una línea. Habitamos muchos puntos, algunas veces, cada una vivía en uno distinto y hacía más frío que habitualmente en el horizonte. Nos arrastramos porque no podíamos flotar, como descubrimos en la inercia de nuestros cuerpos después de la inundación.
Sólo había una línea y era habitable. Vi un eterno amanecer boca arriba, y al revés, era un crepúsculo infinito. Se pudieron ver algunas estrellas. Pero por la noche no se veía nada. Sólo podíamos ser en el tacto con los puntos, conformar con nosotras mismas aquella línea.
Arrastrarnos a través de nosotras mismas. Y después llegó el gran diluvio y la carrera por la verticalidad. Toda piel se irguió olvidando el sujeto y la sujección, que iban tan juntos que parecían lo mismo. Y sólo se quedó como Una lo demás flotando. Y también se descubrió que se podía respirar, y que al cuerpo lo dejaban vivir y sostener a la Otra.

Hubo hasta IV Das Ende der Liebe; uno de pensamiento, otro de silencio, otro de sangre; pero no pude decir más que uno de sudor, porque no había llegado, todavía. Fui un Oasis, una línea, y nos arrastramos todas juntas a través de nosotras mismas. Después de eso flotamos, y nos sorprendimos como una sola.
Sin embargo sí hubo uno, porque descubrí el flotamiento; y que el mundo entraba en una sola gota, en una sola gota del sudor de cualquier hombre.


Portinari, 20, 20 y 28 de Agosto: Das Ende der Liebe I, II,III, Ingeborg Bachmann

Portinari, 8 de Agosto

http://www.youtube.com/watch?v=BYQGgl-quVg

domingo, 8 de agosto de 2010 10 Comentarios

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Photo: Jonah and the whale, Pamplona Bible

Jonah, Pamplona Bible, Navarre 1197. Amiens, Bibliothèque municipale, ms. 108, fol. 146r .