Daniela Camacho
[Los nombres de lo definitivo en las horas del vitriolo dulce: La degollada destilando dalias, gravemente]
[Los nombres de lo definitivo en las horas del vitriolo dulce: La degollada destilando dalias, gravemente]
El
cuerpo no es más que una versión más lenta de lo que no es el
cuerpo.
María
Negroni
un objeto solo:
papel
blanco palabras ilegibles puñetazo
carcinoma
dice en letras negras
(…
tiempo
detenido uno dos veinticuatro segundos
detenido.
el tiempo
…)
cáncer
flor inexacta en el sitio del lenguaje
glándula
parótida
(…
tres
cuatro ciento diecinueve segundos y así
hasta
el-fin-de-los-números
…)
tragar
saliva por última vez. muy lentamente
en
la cama de hospital está nevando
tumor
perla milagro pequeñísimo
tumor
sustantivo propenso a la multiplicación
como
la palabra bosque
hay
en el bosque un bosque ardiendo:
erecta
flor textual convallaria no te mueras
parásita
insensata cephalantera huye del humo
arrastra
tu corona
hunde
en este cuerpo para siempre la espada fugaz
quirúrgica
dulcemente
ya
abierta anestesiada en otro mundo
fijaré
el orden de los instrumentos
frente
al esplendor de la sangre las manos de los hombres son más gráciles
(…
seis
siete el tiempo ese pavor parsimonioso detenido
…)
el
peligro que no se ve no existe. hasta que alguien
en
el momento menos esperado
te
ordena ponerte una máscara que es igual a ti misma
neutrones
protones frutos de lo vertiginoso
hijos
veloces vengan a mí
despacio
que tiemblo y llevo un rostro muy blanco
despacio
que la herida está despierta
para
el animal que soy cicatrizar no es un hábito terrestre
—ve
hacia el lugar de la música para huir del miedo
—no.
la música del amanecer es falsa
me
dejo caer sobre la mesa
odio
al hombre ausente que dejó sus caballos
atados
a mi sueño
las
cuerdas de violín
el
collar de salamandras de la niña ahorcada
digo
la enfermedad me ayudará a vivir
digo
la sequía contiene el bosque
gaultheria
insana siempreverde
combate
la
catástrofe la humillación el castigo es una felicidad
el
tumor un sobresalto unas ganas de decir cosas horribles:
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Poema del libro [Imperia], ediciones El Perro y la Rana, Venezuela, 2013
(Se puede leer también en Revista Kokoro, nº1, 'Lentitud')
Daniela Camacho (Culiacán, Sinaloa, México, 1980). Se graduó de ingeniería industrial y de sistemas por el ITESM y de lengua y literaturas hispánicas por la UNAM. Publicó los poemarios En la punta de la lengua (Tintanueva, 2007) y Plegarias para insomnes (Editorial Praxis, 2008) reeditada por FUNDARTE, (2010); el libro de palíndromos Aire sería (Editorial Praxis, 2008) y el también poemario [imperia] (Fundación el perro y la rana, 2013). Forma parte de la antología bilingüe, español-portugués, Tránsito de fuego (Casa Nacional de las Letras Andrés Bello, 2009), La mujer rota (Literalia editores, 2008) y Los siete pecados capitales.La lujuria (Alforja, 2008) así como el libro-objeto Pasaporte ((c)acto, 2012), en edición trilingüe, junto a Natalia Litvinova y Beatriz Paz, y la plaquette islísima (Los poetas del cinco, 2013). Es fundadora y miembro del consejo editorial y de redacción de la revista El Puro Cuento. Sus poemas y ensayos han sido publicados en revistas y periódicos de México, Argentina, República Dominicana, Venezuela, Colombia y Perú; países a los que ha sido invitada a diferentes actividades literarias. Tras vivir en Japón y Suiza, en la actualidad radica en Egipto.
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