Ravenous

*
ODIO Y AMO

Aquí herido de muerte

estoy. Aquí goteo

espesor animal y mudo llanto.

Aquí compruebo

la resistencia ciega de un latido

a la fría posibilidad del puñal.

Aquí pronuncio

la palabra que nunca

moverá una montaña.

Aquí levanto

inútiles barreras

que derriba la muerte.

Aquí libro batallas

contra el viento, incluso

contra un ángel (aún cojeo

hacia el lado de Dios).

Aquí y cada día

y cada hora y

cada segundo me he negado a morir.

Aquí odio la vida, sin embargo.

Odio cuanto levanta al aire

una frente o un pétalo.

Cuanto he besado, cuanto

he querido besar y ha sido

materia o voz de mi deseo. Odio

y amo. (Amo

con demasiado amor).

J. Á. Valente

MICHAEL NYMAN: Suite Ravenous*

martes, 23 de junio de 2009

16 responses to Ravenous

  1. Stalker says:

    No sabía que ya transitabas por las llanuras de Valente, y buscando, y proyectando una leve sombra que se disolverá en la epifanía.

    Hermoso, Portinari.

  2. ¿Ese hombre que proyecta su sombra sobre la tierra irá a buscar a Christina, Portinari? ¿La amará con demasiado amor, tanto como para enfrentar a los ángeles y resistir el frío del puñal? Me ha pasado de odiar la vida, sí, pero ese odio se desvaneció pronto. Me ha pasado de haber deseado no venir a ella, para no experimentar ciertos dolores. Instantes de cobardía y crisis de sentido. Pero como el odio era tan intenso, en él se filtraba la vida, supongo. Porque lo contrario de la vida es la indiferencia o la apatía, el más letal de todos los males de este mundo. Me he negado a morir y a olvidar que estaba viva y me he recordado a mí misma que morir no es tan fácil. Que hay voluntad de morir y voluntad de vivir. Y aún cojeo del lado de la música y de los libros y de los perros y de las ciudades (visibles e invisibles) y de los seres que hablan como vos. Esto debe de ser cojear del lado de Dios, se me ocurre.

    Besos de larga sombra.

  3. Portinari says:

    Stalker, sí, Valente... la cosa es que con cierto periódico venían libros de autores hispano-hablantes entre los que figuraba Valente, y como no, un día de esos en los que tengo yo la cabeza llena de golondrinas pues me decidí a leer algún poema. Éste me llamó la atención por su título de primeras, pues es como la traducción del "odi et amo" de Catulo. El contenido así mismo se hizo imprescindible.

    Me alegra que te parezca hermoso, realmente lo es.

  4. Portinari says:

    Mariel, es tarde y el teclado hace mucho ruido, te contesto mañana como es debido.
    Un besito como proemio.

  5. Tu teclado hace ruido a cualquier hora, Portinari.

  6. Portinari says:

    De vuelta, discúlpame Mariel, anoche era tarde y el teclado de este ordenador hace mucho ruido (consiguiente riña de los co-habitantes). Ahora te contesto debidamente.

    El hombre que corre a través de la ladera parece que va con malas noticias, no sé si acerca de cristina, pero lo veo huyendo, como cuando se tiene la mente colapsada y sólo se sabe correr.


    Me alegra que te recuerdes a ti misma que hay dos tipos de voluntades, hay quien se olvida de recordárselo. La fortaleza reside en saber elegir una, siempre las dos serán las más difíciles decisiones; y tienes razón, la apatía es anular la vida, pero lo más terrible de todo es la inevitabilidad de caer en ella, o al menos, es lo que yo temo. Que el mundo te llegue a ahogar y acabemos todos como Ofelia.

    "Y aún cojeo del lado de la música y de los libros y de los perros y de las ciudades (visibles e invisibles) y de los seres que hablan como vos. Esto debe de ser cojear del lado de Dios."
    Son las pequeñas cosas las que nos dan la vida, esa voluntad, el ímpetu. Los seres que hablan como yo creo que somos un poco erráticos, los fantasmas no sirven para yudar mucho, pero me alegra que tú encuentres ayuda en ello.

    Cojear del lado de Dios... ¿como cojea el que baja por la ladera? imaginemos que cojea, sólo por un momento, con la mente enclaustrada de ideas.

    De nuevo disculpas Mariel (la próxima vez encenderé el otro ordenador ;) )

    Un besiño con mucha luz (la luz que quieras)

  7. Errática Portinari, vos errás para terminar dando en el blanco. Te agitás como el mar se agita al pie de tu faro pero invariablemente rescatás de ese mar el resto más preciado de los galeones hundidos.

    Si este hombre cojea y su mente colapsó, debe correr. Correr para que se despeje su cabeza, caminar a paso sostenido para limpiar su mente de las mugres del pensamiento y liberarse de su propia sombra.

    Escribí cuando quieras y con la computadora que quieras. Jamás hay obligación de responder. El lazo está siempre tendido, como un puente de plata.

    Besos ... violetas (no puedo evitarlo, es mi color).

  8. Portinari says:

    Mariel, gracias por lo que me dices. A eso no encuentro más palabras para poder contestarte que estas.

    Claro que debe correr, qué bien lo ves. La pena es que la sombra nunca acabará por abandonarle, de ahí el ímpetu de darse a la larga carrera. También le circunda el peligro de tropezar, aunque no caiga, el dolor seguirá en su tobillo mientras corra. Correr e sun alivio, exoneración para el alma, como respirar; pero a veces respirar duele.
    Pensaba mientras venía a casa en el rostro del hombre. A pesar de que no se le ve muy bien, parece que tuviera alguna cosa en mente, como si fuera corriendo hacia ningún lugar concreto para gritar lo que le ronda.

    Contestarte,
    ¿cómo no os voy a contestar? venimos todos caídos desde el vértigo buscando el consuelo de la palabra. Si contestara cuando quisiera estaría allá en Buenos Aires Mariel, sentada contigo en el cuadro de Rothko preguntándote por el hombre que corre del cuadro.
    La computadora es un medio hostil y ajeno, que pocas veces está a mi favor en lo que quiero. Usarlo como medio a mi favor no funciona.
    El lazo es inquebrantable por el medio, porque el puente plata en esa expresión tan bonita que utilizas está en el pensamiento, pero no siempre puedo, por más que quiera, estar donde quiero simplemente pensándolo.

    Un beso blanco :-)

  9. rubén m. says:

    El primer Valente, el de sus inicios, no me gusta tanto como el Valente abstracto de a partir de los 80, pero aún así cosas como

    "Aquí compruebo

    la resistencia ciega de un latido

    a la fría posibilidad del puñal."

    dicen: aquí hay poeta. Más que en la mayoría de sus compañeros generacionales. Gracias, Portinari, por recordármelo.

  10. Portinari says:

    Hola Rubén, siento que no te guste este Valente tanto como el abstracto, pero sí, este poema es especialmente un algo obstinado. El ser va brotando.
    Para recordar esos algos obstinados estamos ;-)

  11. Es verdad, su propia sombra nunca va a abandonarlo y pensándolo bien es una suerte que así sea, porque solo los muertos no tienen sombra. Coincido en que este hombre tiene un plan y, posiblemente, lleva algo en su mano derecha, que estamos obligados a imaginar. Yo creo que robó algo y que tenía derecho a robarlo. No sé bien qué es. Y sí, correr duele. Fatiga, cansa. Uno tiene ganas de parar. Pero si el plan es poner a salvo lo que hemos robado, sigamos corriendo y que no nos alcancen.

    A la tecnología hay que estrujarla hasta sentir que casi es piel. En mi próxima visita al Rothko te llevo en el corazón para que te pintes de rojo.

    En cuanto a tu beso blanco ... alguien (no recuerdo quién) dijo que no es la ausencia de color, sino la suma de todos los colores.

    Besos invernales con alas en los pies.

  12. Portinari says:

    Sí, parece que lleva algo! en eso no me había fijado. ¿Será una carta? además tiene pinta de aviador el hombre...
    Puede que haya robado algo, es cierto, sin embargo me asusta no ver el lugar del que corre ni hacia donde corre. El silencio que muestran sendos lugares esconde algo. Quizás aquello que ha robado.

    Te doy la razón en que si hemos robado algo, que no nos alcancen. Hay que tomar impulso para lanzarse a la carrera.

    Cuando me lleves a ver a Rothko espero que nieve y luego nos vayamos a tomar un chocolate a un lugar bonito, pintadas de rojo-Rothko.

    Has encontrado la magia del blanco, bienvenue :-)

  13. Invariablemente me dejás pensando. No sé ve desde dónde ni a dónde corre, pero no sé si alguien lo sabe verdaderamente. Es como si solo tuviéramos claro el instante presente, en el que se debe correr pese al dolor en el tobillo. Puede llevar una gorra de aviador; podría ser también un casquete con piel que lo proteja del frío, pero no debiera de hacer frío si se proyecta la sombra de este hombre. Supongamos que corre con algo robado a un lugar donde hay sol y que aunque haya sol (como hoy hubo en Buenos Aires), eso no es impedimento en absoluto para que empiece a nevar y nos vayamos pintadas de rojo-Rothko a tomar un chocolate bien caliente al bar La Giralda, donde los camareros que te quieren te regalan preciosos chocolates en miniatura para que los guardes en el bolsillo, junto a lo que te robaste, que brilla y brilla como algo blanco.

    Voy a revisar mi libro sobre la historia de los colores a ver si puedo indagar un poco más.

    Besos violetas más blancos.

  14. raúl quinto says:

    quién es el autor del cuadro?

  15. Portinari says:

    Me gusta tu suposición; el hombre simplemente corre, hacia un lugar donde nueva y hace sol a la vez, permisible que se muestre su sombra, con algo robado, muy valioso por cierto, en su mano.
    Espero que nos toque a nosotras esperarlo tomándonos un chocolate en ese bar que dices, podemos invitarle a pintarse de rojo.

    Cuando indagues más sobre los colores hazme saber tus averiguaciones que de seguro serán muy interesantes.
    Un beso de nieve.

  16. Portinari says:

    Raúl, el cuadro es de Andrew Wyeth.

    Un saludo.

Photo: Jonah and the whale, Pamplona Bible

Jonah, Pamplona Bible, Navarre 1197. Amiens, Bibliothèque municipale, ms. 108, fol. 146r .