Viviría en cada número de esa escalera variándolos por minutos y días de la semana.
Porque parece que suben al cielo, invisibles.
Porque me he escogido esa casa, para vivir, en un campanario que sólo yo imagino a partir de una reliquia.
Del sonido de una campana.

Después del tiempo no queda nada.
Después de los números nadie distingue conclusión.

Quedan las escaleras eternizadas. Los números invisibles.
La línea que es límite, y a la vez ilimitada.

Vivir en las líneas de los números, como si fueran manos. En la extrañeza de las manos no hay números.
Sin números no hay tiempo. Sin tiempo nada concluye.
Sin conclusión no puedo ni renegar ni reafirmar mi existencia. Sólo existirla. Existirla. Dentro de cada línea imaginaria.

*****************************(Foto: Fibonacci number sequence, Mario Merz)



Portinari, Fibonacci number sequence -or question-


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"Pero el coronel siguió mirando y todo le resultaba maravilloso, y lo emocionaba, igual que cuando tenía dieciocho años y vio aquel panorama, por primera vez, sin comprender nada, sabiendo solamente que era muy bello."

Ernest Hemingway, Al otro lado del río y entre los árboles





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"El abismo son las profundidades infernales, los ínferos, los mundos inferiores, el abismo es el jaos, aquella boca siempre abierta de la que los seres emergen tan sólo si la luz roza la materia primordial. Vibrando. La materia informe haciéndose luz al vibrar. Y en la luz diferenciándose. Ser es salir a la luz, nacer es arrancárse a la oscuridad. Así pensaban los antoguos griegos: los seres emergen a la exisencia al conformarse la luz. Ser es existir."

[...]

"Jaisalmer puede ser cualquier lugar; cualquier lugar puede ser Jaisalmer. Un lugar donde el vuelo extremadamente sedoso de las bandadas de palomas nos alcance sin apenas rozarnos.


He llegado al final del camino. El final del camino es un desierto con un centro."

[...]

"Los monos no viven en los desiertos."

[...]

"En Jaisalmer hay una vaca ciega. La piel de sus párpados creció de tal forma que ha tapiado los pozos de su mirada. Esta vaca ciega es mi desierto. Tras esos párpados diríase que el agua profunda es llanto contenido, o tal vez una seca inmensidad, túneles que acaban en las entrañas. La visión interior es oscura, los sonidos, intensos."


Estractos extraídos de Diarios Indios de Chantal Maillard.

sábado, 17 de octubre de 2009

23 responses to

  1. @SusVersiva says:

    La primera parte (no sé si también le pertenece a Maillard, aunque como habla de las escaleras, del campanario... bien pudiera ser tuya) es la que más me ha impactado.

    La secuencia de Fibonacci explica la magia de la naturaleza, de cuanto nos rodea. Igual que el número áureo. Me fascinan ambos. Irse a vivir a la escalera hecha de esa secuencia mágica es regresar al punto de origen en el que, como en ese campanario, era posible verlo todo sin interrumpir el horizonte con lo que en el fondo nos es completamente ajeno. Ojalá pudiéramos...

    "Sólo existirla. Existirla. Dentro de cada línea imaginaria." Existir "sólo", qué magnífica ambición.

    Un abrazo!

  2. Portinari says:

    Susana,antes denada,he de decir que me sorprende que, de entre todos los fragmentos, el que más te haya impresionado haya sido el primero, que, en efecto, es mío.

    El segundo es de Hemingway, debería citar mejor, -soy un desastre- del libro "Al otro lado del río y entre los árboles", y los demás, de Maillard (Gracias a Stalker, a ver si se pasa por aquí y se lo digo en "directo"...:))

    La secuencia de Fibonacci se la agradezco a Mariel, a nuestro pajarito de China, a quien también me gustaría gradecerle el descubrimiento en "directo".

    Toda la entrada son unas escaleras. No sabía muy bien que quería decir. Simplemente, llevo con los Diarios indios una temporadilla, y releyendo he descubierto escaleras que me condujeron a Hemingway, en ese fragmento concreto. A un Jaisalmer hecho de Fibonacci. A existir las líneas, los puntos. Una sucesión infinita de acordes melancólicos.

    Tal y como dices, es el origen (que me recuerda al poema que tiene Stalker en su blog), esa magia inscrita en el número áureo, lleno de puntitos y fibras (trapos, como diría Mariel por otra parte.)


    "[...]como en ese campanario, era posible verlo todo sin interrumpir el horizonte con lo que en el fondo nos es completamente ajeno. Ojalá pudiéramos...

    "Sólo existirla. Existirla. Dentro de cada línea imaginaria." Existir "sólo", qué magnífica ambición."

    Sí Susú. La ascensión a las luces...

    Otro fuerte abrazo para ti; gracias por dedicarle tanta atención a la entrada.

  3. Lo que escribiste es ... una maravilla. Es la segunda vez que entro a leerlo, a purificarme en tu texto. He comido tanta basura hoy que tus palabras me limpian la boca y le dan aire a mis pulmones.

    No soy quién, no soy nada, pero la escritura es tu camino, Portinari. Ya venías haciendo poemas en prosa pero esto, esto que es un poema musical, un poema-Portinari, se me imprimió en los ojos.

    Eliminar el número, el límite, el tiempo y la conclusión, desembarazarse de la secuencia númerica y convertirla en escalera de días para alcanzar el campanario iluminado, es ... (silencio, no puedo adjetivarlo).

    No sé si lo notaste, pero no solo el fondo es maravilloso, sino la forma. Tu poema rima, tiene una cadencia rimada que fluye naturalmente (semana, campana, nada, eternizada, ilimitada y el "imaginaria" final, demorado, dialogando desde el pie con el resto de las líneas).

    Que lo anudes con Hemingway y Maillard es certero y por ende precioso, pero tu poema se basta y se sobra por sí mismo y supera las citas.

    No me estoy excediendo con las palabras. Me estoy quedando corta.

    (Y estamos en sintonía, también estoy con los Diarios Indios).

    Un abrazo estremecido.

  4. rubén m. says:

    Una entrada ante la que apetece contemplar, como el coronel de Hemingway, sin comprender su belleza.

    La secuencia Fibonacci está en nuestros dedos, nuestros dedos son escaleras.

    besos

  5. rubén m. says:

    (hemos coincidido con Chantal, por cierto...)

  6. Una pata roja de lepidóptero nocturno arañando un lado del campanario soñado.

  7. Stalker says:

    Ya vengo avisando desde hace tiempo de que Portinari es un fenómeno y que hay que cuidarla.

    Es una poeta increíble y muy potente, no me cansaré de decirlo. Esto es sólo una muestra más, sólo hay que leer sus intervenciones en los blogs: pequeñas obritas maestras de orfebrería, precisión, delicadeza.

    Así sin más lo digo, es la verdad y quien me conoce sabe que no soy precisamente adulador y sí el lector más implacable y exigente que uno se pueda imaginar.

    Por otra parte, veo que has extraído todas las citas del cuaderno Jaisalmer. Es la etapa más luminosa del trayecto. Bangalore y Benarés nos introducen en etapas más oscuras que implican, incluso, la negación de toda posible tentación retórica e invitan al enmudecimiento de la escucha, de la atención al otro. Un adelgazarse de la mente. Recoger en un cuenco la tristeza del otro... Como sabes, es un libro que me gusta especialmente.

    abrazos

  8. Portinari says:

    Mariel, y a ti qué más puedo decirte. Gracias por descubrirme esta sucesión numérica, tan mágica. Gracias por tus trapos, lo demás en este invierno no sirve de abrigo. Gracias por los colores, en los que puedo bañarme y salir purificada.

    Gracias por todo lo que me dices; gracias por entrar aquí y lograr purificarte, como lo hago yo con tus colores, con tus trapos.

    No soy a creerme que mi texto sea superior a las citas. Lo que dice Hemingway se me asemeja a un desierto lleno de cosas, quizás de esos monos que Maillard dice, no pueden estar por naturaleza en el desierto. Esos monos que hay que descubrir, que realmente no son monos.

    Este mi camino como lo bautizas es para transitarlo cuando se quiera. Ya lo hacemos leyendo ambas los Diarios Indios. Sólo con eso.

    Un fuerte abrazo.

  9. Portinari says:

    Rubén, hermosa casualidad la nuestra... los hilos en los husos de Maillard.

    Gracias por contemplar, y ser el coronel en ese fragmento que he escogido.
    Sólo eso ;)

    Un abrazo holocáustico.

  10. Portinari says:

    Esther, que el lepidóptero acaricie con calma el campanario, y no se asuste con sus sonidos.

    ;)

  11. Portinari says:

    Stalker, gracias por los Diarios Indios. Jaisalmer es luz. Es vibración. Es como un desierto… de nuevo un desierto. Me gustan mucho estos Diarios que tanto tiempo me tomo para pensar. A cada nuevo vistazo nueva escucha. Una luz enfocada desde diferente ángulo. Parece otro desierto.

    Es la primera vez que me llaman poeta, así, con todas esas letras, y con esos adjetivos también, que, como intuirás, no soy a interiorizar en mí.

    Gracias por tomarte tiempo en leerme y animarme. En cuanto a lo que dices de que no eres especialmente adulador, sólo con eso, aún sin poder interiorizarlo en mí, guardo como un secreto esto que me dices para no olvidarlo, con todos sus contextos.

    Un fuerte abrazo.

  12. Leonardo says:

    La obsesión del hombre por contar, primero con lunas, luego la invención de los relojes, al tiempo que soñaba con la eternidad y escapar al tiempo. Los números nos cuentan, no las manos ni las caricias, en efecto. Existir en la eternidad del instante (cada línea). Sólo eso.
    Un saludo

  13. Portinari says:

    Leonardo, sería tan hermoso contarnos con caricias, y que nuestros segundos fueran todos los besos que podrían llegar a darse, y cada lento pestañeo una hora eterna...

    Empeñarse en contar soles y lunas, movimientos, para querer alcanzar el lugar que no tiene tiempo. Vivir nuestras líneas.

    Un saludo ;)

  14. Ana Hidalgo says:

    siempre me han fascinado los números de una forma casi sagrada, y al leer tu texto me siento subiendo esas escaleras. Alguna herencia o sensibilidad pitagórica nos ha quedado.

    Los fragmentos que has escogido, de Maillard y de Heminway, también hablan de lo sagrado.

    Un abrazo fuerte.

  15. Portinari says:

    Ana, subo contigo esa escalera, y te espero en cada punto de ese viejo mármol pitagórico inexistente, que incrédulamente nos mira.

    Sagrados son esos pasos. Como el silencio que anuncia Mariel.

    Un fuerte abrazo para ti también.

  16. Volví a leerte para sentirme iluminada.

  17. Portinari says:

    Tú sí que me iluminas a mí Mariel.

    Un abrazo fuerte.

  18. Serra says:

    En serio, te felicito por el primer poema. Sobre todo por la relación de la foto con el poema. Perfecta combinación!!

    En cuanto al fragmento del abismo...Claramente la luz es la vida!! Aunque para el cristianismo sea esa luz al final del tunel...es decir, la muerte...Vaya paradoja verdad??

  19. Pasé a decir: necesito palabras de Portinari. No fue mi culpa que me subieras al campanario. Ahora quiero más.

  20. Portinari says:

    AY ay ay, Serra! me vienes aquí con la herejía esa del cristianismo... cuando te vea te voy a dar con esa idea en la cabeza!! ;)

  21. Portinari says:

    Allora, uccello, lascia suonare il campanille :)

  22. Stalker says:

    Está claro que Portinari es deliciosamente pagana y no tendría nada que ver con esa secta irracional, fundamentalista y despótica de los "nazarenos", como los llamaba Marco Aurelio.

    Me gusta esa tierna belicosidad...

Photo: Jonah and the whale, Pamplona Bible

Jonah, Pamplona Bible, Navarre 1197. Amiens, Bibliothèque municipale, ms. 108, fol. 146r .