La Luz y Das Ende der Liebe

"Hable con Ingeborg toda la tarde

(que no fue de tiempo)
sin acentos.

Tan en silencio

no la oia.

habia unas lineas por las que sus manos
me inclinaban a pasar.

Cerre una lagrima sobre el ojal.

Cree un punto.

De aquella division
cree
la sombra

de un simbolo.

la Luna fue desde entonces una constelacion mas en el espacio.

Y descubri que El Mundo habia nacido
del sudor
de un hombre
y el polvo cosmico de una palabra."

Con algunos cambios, esto escribía en mi viaje; ahora desde aquí lo recuerdo, un poco pensando dónde estaba yo cuando cerraba ese punto apretando fuerte un puño invisible delante de mi cara, viendo la transparencia del rostro de Ingeborg en un libro bilingüe de sus poemas. (Bilingüe, pero sin mi lengua.)
Hubo hasta cerca de IV Das Ende der Liebe; sólo pude alumbrar uno porque todo eran desiertos horizontales. Era imposible encontrar el eje de aquella materia, porque era como si la materia tendiera a la gravedad violenta, o como si hubiera olvidado en otro lugar su esencia y compuestos.

Así, nos arrastramos como el agua por un oasis. Un Oasis salvaje; intermitente. Nos arrastramos todas mis yo en dirección a una línea. Habitamos muchos puntos, algunas veces, cada una vivía en uno distinto y hacía más frío que habitualmente en el horizonte. Nos arrastramos porque no podíamos flotar, como descubrimos en la inercia de nuestros cuerpos después de la inundación.
Sólo había una línea y era habitable. Vi un eterno amanecer boca arriba, y al revés, era un crepúsculo infinito. Se pudieron ver algunas estrellas. Pero por la noche no se veía nada. Sólo podíamos ser en el tacto con los puntos, conformar con nosotras mismas aquella línea.
Arrastrarnos a través de nosotras mismas. Y después llegó el gran diluvio y la carrera por la verticalidad. Toda piel se irguió olvidando el sujeto y la sujección, que iban tan juntos que parecían lo mismo. Y sólo se quedó como Una lo demás flotando. Y también se descubrió que se podía respirar, y que al cuerpo lo dejaban vivir y sostener a la Otra.

Hubo hasta IV Das Ende der Liebe; uno de pensamiento, otro de silencio, otro de sangre; pero no pude decir más que uno de sudor, porque no había llegado, todavía. Fui un Oasis, una línea, y nos arrastramos todas juntas a través de nosotras mismas. Después de eso flotamos, y nos sorprendimos como una sola.
Sin embargo sí hubo uno, porque descubrí el flotamiento; y que el mundo entraba en una sola gota, en una sola gota del sudor de cualquier hombre.


Portinari, 20, 20 y 28 de Agosto: Das Ende der Liebe I, II,III, Ingeborg Bachmann

Portinari, 8 de Agosto

http://www.youtube.com/watch?v=BYQGgl-quVg

domingo, 8 de agosto de 2010

10 responses to La Luz y Das Ende der Liebe

  1. Luna Miguel says:

    bien, bien, bien,
    la bitácora es bitácora cuando de verdad viaja

  2. Luna Miguel says:

    bien, bien, bien,
    la bitácora es bitácora cuando de verdad viaja

  3. Portinari says:

    Uno de los tantos, físicos. Siempre bitácora si se ve el mar, con los ojos cerrados, cerrados, cerrados.

    :)

  4. Stalker says:

    Portinari:

    me embriaga esta entrada, pero, perdona mi torpeza: no sé qué partes son tuyas exactamente. ¿Podrías aclarármelo?

    Es el calor el que me impide el discernimiento.

    O eso creo.

    Pero la embriaguez del conjunto es subyugante, luminosa y necesaria.

    Bienvenida

  5. Portinari says:

    Querido Stalker, no podría decir que todo es mío, porque yo no soy yo nunca y nada me pertenece por tanto. Puedo decirte que yo he escrito esta entrada. Es una entrada mezclada con otra que iba a subir durante mi viaje -el poema-, que surgió de una conversación con Ingeborg en una librería. Pero no fue ni una conversación, ni durante una tarde de tiempo.
    Espacios y tiempos mezclados, así como muerte y realidad.
    Me enternece tu torpeza, y me sorprende y halaga que me confundas con la maravillosa Ingeborg...

    Gracias por la bienvenida, un abrazo.

  6. Stalker says:

    Portinari:

    no debe sorprenderte. Yo creo que eres una poeta tan excepcional como Ingeborg, lo digo tal cual lo siento.

    El futuro pasa por tu pequeñez, de esto no me cabe duda y nunca fallo este tipo de predicciones. Ahora mismo creo que el futuro, al menos el futuro de la escritura que a mí me interesa, pasa por ti y por Ana. Radiantes, intensas ambas, y yo aquí hecho un ratoncillo, alimentándome de rica fruta de palabras...

    Que tú no eres tú nunca es la constatación de una gran (o pequeño-maravillosa) fuerza interior.

    abrazo

  7. vértice horizonte
    horizonte vértice

  8. todo el mundo en la gota de sudor de un cuerpo. así ven tus ojos, clarividentes, tan adentro de este mundo, tan ojos-de-faro en la oscuridad. pude seguir, leyéndote, los desplazamientos. fue como nadar, deslizarse en el agua.

  9. Portinari says:

    Mariel, Ingeborg hizo conmigo parte de este viaje al Mundo en el sudor de un hombre. A ella le debo esa revelación. Deslizarse por el agua de las cataratas. Deslizarse hasta los colores...

Photo: Jonah and the whale, Pamplona Bible

Jonah, Pamplona Bible, Navarre 1197. Amiens, Bibliothèque municipale, ms. 108, fol. 146r .