1 El Eterno les habló a Moshé y a Aarón, diciendo: [...] 11 Todo el que toque el cadáver de cualquier ser humano será impuro durante siete días. 12 Se purificará con él al tercer día y al séptimo día será puro; pero si no se purificare al tercer día, entonces al séptimo día no quedará puro. 13 Todo el que toque el cuerpo de un ser humano que hubiere muerto y no se hubiere purificado, si hubiere impurificado el Tabernáculo de El Eterno, esa persona será apartada de Israel; como el agua del rociado no fue arrojada sobre él, permanecerá impuro; su impureza está sobre él.
Torah, "Libro de los números" (Parasha Jukat), 19:1 y 19:11-13
Agnes: Kan du inte hålla mina händer och värma mig? Stanna hos mig till det hemska är över. Det är så tomt omkring mig.
Karin: Ingen människa skulle göra det du begär. Jag lever, och jag vill inte befatta mig med din död. Kanske om jag älskade dig, men jag älskar dig inte.
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