«te entrego todo, para que hagas de ello algo alegre»




«Mientras escriba y hable, voy a tener que fingir que alguien está estrechando mi mano.

Oh, al menos al comienzo, solo al inicio. Cuando pueda liberarla, iré sola. Por el momento, necesito aferrarme a esta mano tuya, aunque no consiga inventar tu rostro, ni tus ojos, ni tu boca. Pero, aunque mutilada, esta mano no me asusta. Su invención procede de tal idea de amor, como si la mano estuviese realmente sujeta a un cuerpo que, si no veo, es por incapacidad de amar más. No estoy en situación de imaginar a una persona entera porque no soy una persona entera. Y, ¿cómo imaginar un rostro si no sé qué expresión de rostro necesito? Cuando pueda soltar tu mano cálida, iré sola y con horror. El horror será responsabilidad mía hasta que se complete la metamorfosis y el horror se transforme en luz. No la luz que nace de un deseo de belleza y moralismo, como antaño, cuando no sabía lo que me proponía; sino la luz natural de lo que existe, y es esta luz natural lo que me aterra. Aunque yo sepa que el horror, el horror soy yo ante las cosas. 

Por el momento estoy inventando tu presencia, como un día tampoco sabré aventurarme a morir sola, morir es el mayor riesgo, no sabré franquear el umbral de la muerte y dar el primer paso en la primera ausencia de mí; también en esa hora última y tan primera inventaré tu presencia desconocida y contigo comenzaré a morir hasta que pueda aprender sola a no existir, y entonces te liberaré.Por el momento me aferro a ti, y tu vida desconocida y cálida se convierte en mi única organización íntima, yo que sin tu mano me sentiría abandonada en la inmensidad que he descubierto. ¿En la desmesura de la verdad?

Pero la verdad jamás ha tenido sentido para mí. ¡La verdad carece de sentido para mí! Por eso, la temía y la temo. Desamparada, te entrego todo, para que hagas de ello algo alegre. Por hablarte, ¿te asustaré y te perderé? Pero, si no hablase, me perdería, y por perderme te perdería.»



-La pasión según G.H., Clarice Lispector





jueves, 10 de julio de 2014

4 responses to «te entrego todo, para que hagas de ello algo alegre»

  1. רוּת says:

    Esta conciencia que asoma ¿quién será? ella sabe no obstante en qué piensa la que lleva esta casa, si no, es demasiada casualidad. Precisamente llevo todo el día leyendo y leyendo sobre el conflicto palestino-israelí. Voy a leer con calma este artículo y a contrastar la información. Regresaré. Eso sí, Conciencia, da alguna señal de humo, que te identifique, si no pensaré que ha sido casualidad y me olvidaré de mi prometido regreso.

    (y la pena que me da la pobre Lispector, judía por herencia familiar, aguantando este peso sobre sus hombros, más el de la entrada anterior...)

  2. Anónimo says:

    No me interesan los EGOs, me interesan las conciencias, están fuera del orden social, de las razas, religiones o forma de comer.
    ¿sabias que los humanos nos matamos porque no tenemos inhibición?, somos como las ratas, la otra especie que hace eso.
    Te he preguntado que te parece pues eres mujer y tendrás conciencia.
    Una conciencia.

  3. רוּת says:

    Estimada conciencia, pienso, como quizás y también conciencia, que toda forma de violencia es condenable. Seré así de breve, no creo que proceda entrar en más detalles. Con una taza de chocolate delante y tras habernos familiarizado como conciencias seguramente expondría más ampliamente mi punto de vista. Espero no obstante que este grano de arena te sea suficiente en el desierto, o, que por lo menos, calme tu curiosidad.

    Otra conciencia-quién-sabe-si

  4. Anónimo says:

    Tu conciencia…sabe.

    ...la mía también.

Photo: Jonah and the whale, Pamplona Bible

Jonah, Pamplona Bible, Navarre 1197. Amiens, Bibliothèque municipale, ms. 108, fol. 146r .