Ahí suena el mar, ¿lo oyes? sólo yo puedo escucharlo.
El tiempo vira al fondo, a lo más hondo, perdiéndose para siempre en la lejanía.
No hay nunca, ni siempre entonces, que equivalga a mi ahora. Puede ser que me llame con su rugido de lamentos, puede ser que arranque el cable del teléfono y diga "nunca más". Saldré a la calle, a escuchar como canta Casualidad en la esquina donde orinan los perros; Casualidad me miraría corrompida por mi gesto de caminar sobre cristales amarillos, Casualidad quebraría la última nota de su voz, imperceptible momento, no para aquella que se aleja, para seguir cantando al día de nubes esponjosas.
Las calles resbalarían a lluvia, la vida olería mojada y yo húmeda, recordando aquellos días con sabor a mar. Me seguiría llamando más allá del espacio con su silencio de sal ahogada.
El tirón del gatillo sobre mi cuello, la sangre que explota en llamaradas en la suite del infierno callado. El ligamento se hincha en la caída, al ruido producida; el suelo recoge angelado el cuerpo tatuado en el reflejo del cadáver; el cielo se abre y se muestra rojo, rojo como sólo es el cielo en la línea que marca en los labios el tiempo.No hay nunca, ni siempre entonces, que equivalga a mi ahora. Puede ser que me llame con su rugido de lamentos, puede ser que arranque el cable del teléfono y diga "nunca más". Saldré a la calle, a escuchar como canta Casualidad en la esquina donde orinan los perros; Casualidad me miraría corrompida por mi gesto de caminar sobre cristales amarillos, Casualidad quebraría la última nota de su voz, imperceptible momento, no para aquella que se aleja, para seguir cantando al día de nubes esponjosas.
Las calles resbalarían a lluvia, la vida olería mojada y yo húmeda, recordando aquellos días con sabor a mar. Me seguiría llamando más allá del espacio con su silencio de sal ahogada.
Casualidad canta, y el tiempo se aleja reguero atrás, bailando a romperse.
8 responses to De los caminos inescrutables de las líneas
Inquietante y certero relato de una caída, quizá no una caída física, sino una caida en uno mismo. Caer de la eternidad al tiempo y y del tiempo al propio tiempo interior.
¿Qué brotará después de tantas metamorfosis?
Una carrera de obstáculos donde el único impedimento es el espacio.
Los saltos desde el trampolín y su correspondiente caída. ¿Por qué inquietante?
Tras las metamorfosis, el ser. Si pienso en Kafka me contradigo...
Toda metamorfosis inquieta el deseo de seguir siendo lo que somos. El ser quiere perseverar en lo que es, se niega al cambio, a la caída...
abrazos
Y al caer y cambiar el ser sigue siendo, siempre indestructible.
Hay que buscarles la gracia a estas cosas para no dejar que nos cansuman, como el fuego a la cera...
Un saludo Stalker...
...Bailando a romperse...
...¿Sabes? Eres un manantial de posibles y maravillosos títulos...
...Abrazo...
Gracias Miguel, esa frase es como un volín, siempre en ese límite burbujeante...
Un saludín.
"el suelo recoge angelado el cuerpo tatuado en el reflejo del cadáver", "las calles resbalarían a lluvia", " bailando a romperse"... cuánto puede hacer una preposición, para romper una frase, abrir un hueco en ella, por donde derramarse.
Gran texto. Abrazos!
Muchas gracias Rubén, me alegra que encuentres aquí un lugar en el que derramarte simpre que quieras. Bienvenido, las veces que hagan falta.
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