Allí se quedó

Virginia. Puedo tocar tu perfil, con cada letra de ese nombre, que no te posee, sin embargo. Como a ninguno de los que pisan la tierra. Mudos y sin bautismo.
A Virginia se la puede tocar con una uve. Con la Uve que se circunscribe en la Eme de Melancolía. Mayúscula, porque se elude en sus labios. Puede darse con una caricia, en el perfil ausente de Virginia.
En los labios esconde la simetría del rostro. En cada voz que no pronuncia puedo escribir el color de unos ojos que no conocí ni yo, ni la señora Dalloway.
Podría acercarme con una palabra, con un prisma que esconde luces, o flores inclinadas. Podría acercarme con cualquier cosa que estuviera al alcance de mi memoria.
Alargo una mano; acaricio el cabello apagado, ausentado durante largas sucesiones de eso que llamamos tiempo. Las arrugas del cuello se perciben con sutileza, bajo la cadena de oro. Y Virginia me mira con cada letra de su nombre, tatuado en el mechón de pelo que no recoge.
Mientras podríamos adivinar, que sus manos se posan sobre los huesos marcados de sus rodillas, que forman una uve vertical, y que, sólo entonces, ella huele a flor inclinada.
Las sombras bailan por la garganta blanca de Virginia. Por el hombro derecho de Virginia. Por los encages de su vestido blanco. Por debajo de su nariz y su boca, acariciando sus párpados y oído.
Virginia se sienta en su uve. En cada famélico hueso de su cuerpo deposita su carga emocional. Una palabra ya acuñada en el caracol de su oreja.
Una roca se cuelga de su frente, pendiente de las fuentes que emanan de las garras de una Moira.
Y antes de que gire lentamente su cara, encuentra, más allá de su mirada, el punto donde, labios y ojos se paralizan en su inmortalidad. Como si soplara un fuerte viento, y ninguno supiera lo que barren, entre sí, las hojas.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

18 responses to Allí se quedó

  1. Si alguien la hubiera mirado así, sentada en su nombre. Si alguien no solo la hubiera mirado, sino visto. Y visto así, con su mechón de pelo no recogido, sus frágiles rodillas, su garganta y los surcos y sombras sobre su garganta. Con esta delicadeza y este estremecimiento en los ojos de ver. En los ojos que al verla la acarician y le besan los pómulos y apoyan la frente sobre su frente. Si alguien le hubiera escrito una carta con estas palabras y se la hubiera pasado por debajo de la puerta. Si alguien le hubiera alcanzado estas palabras mientras el viento golpeaba el agua, no sé, no sé si ella hubiera puesto esas piedras en sus bolsillos. Posiblemente hubiera girado la cabeza, para verte.

  2. Portinari says:

    Mariel, Virginia nos mira a todos, y ya ningún río puede llevársela.

    Gracias a ti por seguir salvándola.

  3. Portinari. La delicadeza y el amor con los que miras a Virginia es digna de su rostro. Yo también soy un enamorado de ella, de esta imagen y de las palabras que escribió. Te dejo un enlace en el que intenté expresarlo.
    http://elpobrecitohabladordelsigloxxi.blogspot.com/2008/03/nte-m-respira-y-mira-triste-hacia-la.html

  4. Portinari says:

    Hombre del siglo XXI, como te digo en tu blog, casi parece inverosímil que hayamosrecaído en la misma foto en el mismo detalle.
    Gracias por dejarme aquí el link de la casualidad, y gracias por pasarte por aquí ;)
    Un saludo.

  5. rubén m. says:

    Una delicada y maravillosa exploración, parafraseando lo que dijo Mariel una vez dan ganas de ser Virginia Woolf para ser descrito por ti.

    besos

  6. A mi también me encanta su languidez. Tengo su rostro, sólo su rostro, nada más, recortado en una de las páginas de mi cuaderno "corta y pega". Me ha gustado mucho tu texto, mucho... mucho mucho mucho... pero que mucho.

  7. Stalker says:

    Pequeña Portinari:

    cómo te siento crecer en el hueco, en la "certeza pequeña" (en expresión de Ana). Si uno guarda silencio un instante, percibe tu temperatura in crescendo, la íntima ebullición de tus palabras que trazan meandros desde esa timidez tan cálida y no exenta de estremecimiento.

    Me ha gustado tanto el relato que me gustaría que hicieras más, que de vez en cuando nos ofrecieras el retrato de un autor, de un poeta al que estés leyendo o explorando. De veras me encantaría e insistiré en ello...

    Abrazos

  8. Portinari says:

    Rubén, sólo gracias.
    A vosotros también os describo secretamente en silencio ;)

  9. Portinari says:

    Esther, me gustaría poder ver todos los rostros que guardas en ese cuaderno que mencionas.

    Me alegra mucho que te guste el texto, y que te sientas cómoda ee esta casita.

  10. Portinari says:

    Stalker, la idea que me das me gusta, y veces como esta la pongo en práctica, espero que esa miel espontánea atraiga también a las musas...

    Gracias por seguir ahí.

  11. Arturo Borra says:

    Qué hermosa inmersión en V.Wolf, Portinari. La idea de “homenaje” me parece demasiado solemne y externa para describir esta prosa que acaricia el rostro de una mujer que conmueve de osadía, entregada al viento. Y hay melancolía mayúscula en ella, una pérdida que traza su sombra, elusiva y vasta –y recuperar esa pérdida es recuperar a esta mujer que quiso reescribir la vida.
    Me llevo ese final mágico: “Como si soplara un fuerte viento, y ninguno supiera lo que barren, entre sí, las hojas”.
    Un abrazo,
    Arturo

  12. Portinari says:

    Arturo, creo que "inmersión" o "dedicatoria" me gusta también más que homenaje, aunque todo indique a lo mismo.
    "Una mujer que conmueve de osadía [...] hay melancolía mayúscula en ella", me gusta esta frase tuya, realmente es como dices. Virginia quiso reescribir la vida con la V de vértigo, y todas las palabras del mundo caben en ella.
    Me alegra compartir mi admiración por ella contigo.

    Si te lo quieres guardar, llévate ese pequeño final.

    Un abrazo para ti también, Arturo.

  13. Ana Hidalgo says:

    Portinari, a mí Virginia me toca en lo más hondo de lo que soy, quizá en lo que hay en mí que nunca cambiará está en la mirada de Virginia Woolf. Pero además de lo mucho que para mí significa esta mujer, de lo mucho que le debo a esta mujer, está tu texto, que enseña a deletrear y con ese deletro enseña a amar. Tu texto es hermosísimo, tiene la pequeñeza de la mística más sensitiva e interna, que es la mística de Emily Dickinson o de Clarice Lispector. La mirada es tan asombrosa en esta mística que la palabra puede percibirse a través de los cinco sentidos, decía Dickinson que la palabra vivía cuando la palabra era dicha, tú en tu texto has dicho la palabra, has dicho el nombre. Las palabras, los nombres, el amor y los nombres: Emily Dickinson, Clarice Lispector, Virginia Woolf, Portinari y yo también, yo, Ana, mi nombre.

  14. Portinari says:

    Ana, desvelar el verdadero nombre es lo que, creo, pide la existencia.
    Me alegra que puedas sentir los nombres a través de tus cinco o seis sentidos. Los nombres están para encontrarlos, mirarlos, vivirlos.
    Ana, y con cada letra se pueden hacer tantos castillos...

    Gracias.

  15. Portinari, confieso que me gusta más tu inmersión en el lago Woolf que la rueda solar de Orozco.

    Y este fondo que has cambiado, con su hombrecito romántico de espaldas ... ¿es un Friedrich?

    Un hombrecito-Portinari.

    Te beso la frente.

  16. Portinari says:

    Sí Mariel, el hombrecto romántico es un Friedrich, aunque él no lo sabe aún.

    No me siento capaz de comparar a la rueda solar con el lago-Woolf. Gracias por tus palabras siempre presentes.

  17. Ana Hidalgo says:

    ah, sobre la mención que hace mariel sobre el fondo del blog, la verdad es que yo siempre me quedo admirada por los fondos tan bonitos que pone portinari, claro, como yo soy un desastre informático siempre me quedo maravillada en plan "qué chulo!, cómo habrá podido modificar la plantilla de blogspot???"

    bueno, me voy a dormir...

  18. Portinari says:

    Ana, me hace gracia que pienses que soy un as informático por cambiar la plantilla (me llevó su tiempo inspeccionar todo, y finalmente pude quitar aquellos cuervos-un tanto sombríos-que venían de fábrica).
    Un día si quieres te neseño lo que he podido averiguar a base de cambiar cosillas.
    Me alegra que te guste lo que hago con la plantilla :)
    Te iba a desear buenas noches, pero ya es por la tarde, así que, buena tarde.

Photo: Jonah and the whale, Pamplona Bible

Jonah, Pamplona Bible, Navarre 1197. Amiens, Bibliothèque municipale, ms. 108, fol. 146r .