María Rosa Maldonado
De primera visión del litio
VI
frater ave atque vale
Cayo Valerio Catulo
Cayo Valerio Catulo
omnívora - fuera de la cadena trófica -
su encía rosada
prueba la carne del hermano
prueba bayas e insectos minerales
astato (con su aplicada boca de cangrejo)
prueba inalterable
tantalio
en la oscuridad de la noche prueba
el suave brillo azulino la partícula alfa del polonio y
todo
lo que creado hacia el espacio emergealimento consagrado noella
busca hacia abajo - hacia abajo - la radiante abertura de
los cielos
De la madre
II
atzavara vara de atzavara
madre de floración reciente que entra por todas las ventanas
con sus muchas cabezas
lo que aparece no viene de esa tierra
donde nunca
hubo planta ni mujer
del tálamo nacen – cerebrales – se enlazan con las regiones
más hondas de la glía
sueño
hambre
sed
íntimamente unida la piamadre
blandamente me abraza
sus flores apoyan la mejilla en el cielo gris azulado de las hojas
allí mismo estolones del sostén
de la reparación
pues lo que cuerpo nace
lleva la oscuridad entrelazada
del carbono
vitriolo de la respiración
-el precipicio que se muestra -
es ella y ella
hablamos
ahora puedo decirle:
cómo voy a vivir cerebral en la asfixia
de tantos años bajo tierra?
me responde:
en este aquí nada es de nadie
yo soy el padre soy
la casa aquella devastada y la otra
y ando suelta en el mundo
De otras visiones
I
cuando el animal que estamos cazando
no puede apresarse
qué nombre le daremos
si del tiempo no es
lo que ahí adelante salta (dónde? dónde?)
deforma su vecindad
como una lente gravitacional
el nitrógeno ureico –cristalino
incoloro- alarga la pezuña dentro de su cabeza:
multiplica el fulgor
de la imagen: dos son dos y no uno los que llegan
- el hocico contra el viento huele el humus negro de la nada -
en el centro de la aparición:
densidad infinita
boca voraz
que no suelta la presa
tanto de luz tanto de sombra
qué haremos ahora en este torbellino:
la enfermedad pone hijo contra madre
esposo contra esposa
hermano contra hermano
toda esa materia anda suelta en nosotros
conspirando
persiste - en intensa fusión - en su propio agujero sin salida
IV
con los pies en el agua
de la que todo es hecho
líquido transcurrir de cada cosa
cada flor
cada luna
- animal en aparecido simulacro -
sale el cuerpo del cuerpo
se abre
estallado en su mayor esfera
por el rigor extraño
de ser otro
ibis de luz sobre las altas ramas
cambia de latitud el corazón
aparece
por los rincones más lejanos
fuego puro
que suelta amaneceres
en la boca del día
desprende vestiduras
que ya nada protegen:
el cuerpo
no es más que una ilusión que se declina
suavemente a si misma
línea de navegación hacia otra costa
de sustancia viviente
VII
piedra levantada el animal que tocas
morosamente
reconoces con los dedos
duras rosetas en áspera amalgama sostenidas
lo que palpitante allí
habitaba
avanzando
entrando por la boca
hacia su propia certidumbre
ya tan lejos
perdido en el abstracto lodo de la idea
su empeñosa orfebrería de fantasmas
y ahora
Inesperadamente
aquella niña: puro organdí y pura cabellera
- comulgante de negro escapulario en magro pecho -
regresa
se detiene
contigo en el paciente tacto de ese fósil
una
separada de todo
mancha solar en la ternura derramada del espacio
atenta
al sonido
al permanente murmurar
del agua contra la amurallada superficie
letanías del sueño
venenos que recorren tu íntima espesura
no el pedregullo que serás
ni el mineral fosforeo de tu sombra
cuerpo por donde aún se deslizan los suntuosos aceites
la crueldad sumergida del deseo
ella
extendida en tu cama
mueve la mano:
hace el amanecer en la inmensa bahía
pone en tu boca el sabor a ultramar de los navíos
Del libro Atzavara (Kriller71 Ediciones, Barcelona, 2012)
Poemas también publicados en Kokoro
María Rosa Maldonado nació en Barcelona en 1944. En 1949 se radicó con sus padres en Buenos Aires, Argentina, donde reside actualmente. Es profesora de Filosofía, de Ciencias de la Educación y de Psicología. Coordina talleres de escritura y dicta seminarios y conferencias sobre literatura y filosofía.
Publicó Poemas (Edición de la autora, 1977), Hasta que despertar es imposible (Editorial Último Reino, 1989) – poemario que obtuvo en 1988 el Primer Premio de Poesía del diario “La Nación”-El esplendor ajeno de las cosas (Editorial Último reino, 1992), El zumbido de dios (Editorial Tsé=Tsé, colección bikebik, 2002) y Atzavara (Kriller 71 Ediciones, 2012).