Un poema de Tiembla
Premio Federico García Lorca de poesía de la Universidad de Granada 2013
Premio Federico García Lorca de poesía de la Universidad de Granada 2013
Ana
tiene su cuerpo bañado, que no menstrua el cuerpo de Ana. Ana deja de ser mujer
para ser Ana. Ana a veces ana se deja Ana por obstáculo. ana que es sólo sudor.
Sudor que se derrama. Arrullo blanco. No sangra ana porque no es Ana. No mujer
en sus venas sudor. No fértil porque más allá de su pellejo, ruido. Ana, ana,
cuerpo vacío la mano que te extrajo de ti, ana de ana extraída, nueve meses
para el nombre de ana, para el hombre de ana, para ana. Un pájaro liberado por
el conducto de ana, ana liberada en su útero, la paloma y el espíritu llenan de
cuerpo las vísceras de ana. No es baladí la sangre ana, ana no eres ana por
tener venas, ana no eres ana. Pero Ana daba una parte por escogida porque amaba
a ana. Una parte de ana sólo para ana. Sin úlceras te doy mi cuerpo. Ana
observando su boca -mi boca se ensanchó sobre mis enemigos-, reclamando el color
negado, la puerta al hijo, el único vínculo más allá del oxígeno, un corte en
la lengua. Se alimenta el hombre del líquido como un tumor en el cuerpo de ana.
Y la devora elegida porque ama a ana. Ignacio sangra, Samuel en su útero, tiene
tres hijas y a las tres llamó ana. Una de sangre, una de tierra, otra de
hierba. Mano señala la boca aplastada -mi boca se ensanchó sobre mis enemigos-,
y ana es devorada por ana. Porque ana desangró una gallina, ana se hizo ana,
liberó a la paloma por la ventana, comió su carne, se vistió con sus plumas,
como última prenda tomó las raíces de los árboles, y ana mató a ana, a las tres
anas, a la ana que era ana tres veces en su boca ensanchada.
*Imagen: Silueta, Ana Mendieta